que la historia reciente muestra, con ejemplos como los logros obtenidos por el software libre, que el poder creativo, intelectual y cultural de los inmensos colectivos a que dan lugar las redes de telecomunicaciones no puede ser despreciado.
que el acceso universal a la cultura beneficia tanto al público como a los creadores.
que nadie posee ni nuestros pensamientos, ni nuestras ideas.